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Wednesday, October 31, 2012

Saca la viga

San Pablo nos exhortó a examinarlo todo y retener lo bueno, y a veces me pregunto, ¿es nuestro ojo capaz de hacer un examen justo a la luz del bien común? En Apocalipsis 2, nuestro Señor Jesús envía su mensaje a las siete iglesias y primero expone sus valores y fortalezas, luego denuncia aquello a lo que deberían renunciar o desestimar, pero antes se concentró en resaltar “lo fundamental”, las bases para crecer, prosperar y seguir edificando vidas en la Fe. Igualmente, todos tenemos virtudes dignas de ser alabadas e imitadas, ramas saludables y fructíferas. Como Jesús, hagamos justicia a lo bueno, dándole siempre el primer lugar y desechemos lo malo, que a veces no son más que vigas en nuestros ojos. /// Pastora Lucy Cosme // El CAribe

Monday, October 29, 2012

La envidia: Un sentimiento que envilece.-

Algunos han llegado a decir que es lo que mas se parece a un zafacón lleno de codicia. Es definida como “Tristeza airada o disgusto por el bien ajeno o por el cariño o estimación que otros disfrutan.” La mayor parte de los problemas de la gente manifiestan un contenido abundante y envidioso de las manifestaciones humanas. Las guerras, la falta de comunicación, los divorcios, la incapacidad para ponerse de acuerdo, y un amplio abanico de dificultades, se deben mayormente a gente refugiada bajo un techo de envidia que bajo una vestidura de egoísmo, se cobijan bajo la bandera del resentimiento. Para muchos es identidad de la deshonra y pasaporte de la rivalidad y la división. En varias ocaciones he afirmado que la envidia es una tripulación que va distribuyendo sus mercancías llenas de veneno a toda alma y corazón que determinen abrirles sus puertas. ¿Que persona no ha sido golpeada por un envidioso o una envidiosa en más de una ocasión? Hablemos de la familia, la razón por la que Caín mató al justo Abel, su hermano, fué la envidia. Caín no soportó la excelencia de la ofrenda de Abel a Jehová, le entregó lo mejor de su cosecha, en cambio él le dio al Señor lo primero que encontró. Mensaje: Cuando haces bien tu trabajo para tu Señor, un envidioso a veces multiplicado, va a querer hacerte la vida imposible en la Iglesia porque eres excelente en todo lo que haces para Dios. Es posible que esa sea la circunstancia que te rodea y que te afecta en este momento dentro de tu propia iglesia, que alguien queriendo dañarte, menospreciarte, herirte, desanimarte, haya levantado contra ti persecución. ¡ Es que la Gracia de Jesucristo es una luz que ilumina todo lugar que pisan las plantas de tus pies!!!!! Sus riñas y refriegas ocultas se hacen manifiestas en centros de trabajos, congregaciones, en la farándula, medios de comunicación, escuelas, barrios, universidades, oficinas, asociaciones profesionales, dentro del pueblo de Dios, en fin, no hay lugar donde la envidia no pueda introducir su sentido del olfato maligno. Don Quijote expresó: “Oh, envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes. Todos los vicios, Sancho, traen un no sé qué deleite consigo; el de la envidia no trae sino rencores y rabias.” Refiere Martín Alonso: “La envidia, polilla del talento, lleva el sello diabólico en su origen.” No hay dudas de que la envidia es una expresión y sainete del hombre mediocre, y una de las inmundicias de las obras de la carne. Ante todas estas cosas la Palabra de Dios nos invita a superar cualquier sentimiento que quiera arrastrarnos hacia esa desgracia, y nos muestra el camino más excelente que es el fruto del Espíritu: “Amor, Gozo, Paz, Paciencia, Benignidad, Bondad, Fe, Mansedumbre, Templanza.” Quien a Jesucristo recibe, a la envidia derrota, y se convierte en más que un vencedor, y los que son de él, dice el Apóstol Pablo, han crucificado la carne (envidia, pleitos, falta de comunicación, y cosas semejantes) con sus pasiones y deseos. Gálatas 5:22-24. Pastor Antonio Regalado Congregación Maranatha, Inc.

Saturday, October 20, 2012

Palabra Iluminada: El pecador arrepentido que recibió perdón de Dios

Una gran lección nos deja las lecturas de 2 de Samuel capítulos 11 y 12 donde se narra el adulterio cometido por David con una mujer llamada Betsabé la cual quedó embarazada de él, y las palabras de un enviado de Dios para David. Dice la biblia que todo comenzó un atardecer cuando David, desde el terrado de la casa del rey, vio a una mujer que se estaba bañando, y era de aspecto muy hermoso. Desde esta parte del palacio se podía ver perfectamente hacia otros hogares por el hecho de tener una ubicación elevada lo que facilitó que David mirara a esta mujer desde este lugar que muy frecuentemente era usado para la siesta y el ocio de acuerdo a la costumbre en aquellos tiempos. Además de cometer la acción pecaminosa, David empeora aún más la cosa al posibilitar la muerte del marido de la mujer llamado Urías quien era uno de los valientes {soldado especializado} de él, ya que formaba parte de su ejército. En ese escenario, Dios le envía a David un mensaje mediante el profeta Natán, este es el contenido del mismo: "Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre. 2 El rico tenía numerosas ovejas y vacas; 3 pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija. 4 Y vino uno de camino al hombre rico; y éste no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar para el caminante que había venido a él, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó para aquel que había venido a él. 5 Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte. 6 Y debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia. 7 Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl, 8 y te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno; además te di la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te habría añadido mucho más. 9 ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón. 10 Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. 11 Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. 12 Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol. 13 Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás. 14 Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá". 15 Y Natán se volvió a su casa. 2 Samuel 12:1-15 Lo que la ley demandaba para una situación como esta de adulterio y asesinato era una sentencia de muerte, no había forma posible en que David pudiera enmendar la restauración de su error, pero fué perdonado porque la gracia de Dios es superior al pecado, y ante la magnitud de su angustia nació en él una oración que se conoce en la biblia como el Salmo 51, "el clamor de un pecador arrepentido", donde reconoce su ofensa. A todos Dios nos ha dado la oportunidad de ser perdonados y de ser salvos mediante el sacrificio de Jesucristo en la cruz del calvario, todo lo que tenemos que hacer es venir arrepentidos a Jesús, confesar nuestros pecados y reconocerlo como nuestro salvador personal, Rey y Señor nuestro. Amén!!!!!. Salmo 51 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. 5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre. 6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. 7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve. 8 Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido. 9 Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades. 1 0 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. 11 No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. 12 Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente. 13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti. 14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; Cantará mi lengua tu justicia. 15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza. 16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto. 17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. 18 Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén. 19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, El holocausto u ofrenda del todo quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar. Leví Adora// pastor Antonio Regalado

Thursday, October 11, 2012

Tiempo para el alma

“Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá, porque a quien pide recibe, quien busca encuentra, a quien llama se le abre.” Lc. 11: 9, 10. Nuestro clamor a Dios es un reconocimiento de que Él todo lo puede. Es una expresión de fe, fe en que Dios es nuestro creador y el dueño de la vida, fe en que de Él viene la esperanza, fe en que Él tiene la potestad para perdonar nuestras culpas y poder para abrirnos las posibilidades de la salvación. Nuestra oración de perdón, nuestras alabanzas y nuestras peticiones son un voto de humildad y de confianza sustentado sobre el entendimiento de nuestra pequeñez y de la inmensidad de Dios, de su misericordia, de su fidelidad, de su bondad y de su amor incomparable. Buscar la compañía de Dios, abrir nuestro corazón a sus infinitas bendiciones, nos llena de gozo, de paz, de esperanza. Orar y esperar, orar y esperar, orar y esperarÖ un trabajo diario en el que no debemos claudicar; no importa cuánto tiempo duremos en esta tarea, es una labor infinita y nuestra mejor comunicación con Dios.///// Josefina Navarro

Sunday, October 7, 2012

Desde los tejados

-El Señor le presentó a Adán su esposa-. El libro del Génesis nunca pretendió ser un reportaje de cómo pasaron las cosas al principio, sino de cómo debemos comprender el sentido de lo creado y su relación con el Creador. Una de las realidades humanas más básicas, es la relación entre el hombre y la mujer. En una sociedad patriarcal y machista, el autor de Génesis se la luce recalcando la dignidad única de la mujer. Para relacionarse adecuadamente con la mujer, el hombre necesita descubrir que ella no es cualquier cosa, sino la única que le “puede ayudar” a encarar la soledad por ser igual en dignidad. Según el Señor, empezamos a captar la calidad especial de la mujer cuando la pensamos más allá del dominio y de la manipulación del hombre. Ella no es cosa ni animal clasificable. Dios la modela mientras Adán sueña. La modela con matera prima de hombre, pero toda la hermosura de la mujer es artificio exclusivo de la maestría de Dios. No es el hombre quien la construye, ni la descubre, es el Señor mismo quien se la presenta. Hay un juego de palabras, en la exclamación de Adán al ver a Eva. Adán, el varón, la llama “varona”. Es decir, él no puede relacionarse con ella sin poner en juego e involucrar propia identidad, (varona) y ser más profundo. La verdadera relación entre el hombre y la mujer empieza a suceder cuando ambos se relacionan desde la profundidad de su ser. Ante un hombre y una mujer enamorados, la gente ligera solo ve a dos que se quieren. Jesús nos invita a mirar más hondo y descubrir que en ese amor anda Dios y el sentido más original y profundo de la creación. Por eso afirma: “lo que Dios unió, que no lo separe el hombre”. MANUEL MAZA, S.J