El matrimonio como todo tipo de relaciones se deteriora con su funcionamiento, a pesar de que existen matrimonios que desde su inicio están mal.
Es posible que la pareja ignore cuando, por qué y con quién comenzó a deteriorarse su relación, pero lo más importante es estar dispuestos a comenzar de nuevo.Una pareja puede:* Pasarse años juntos, pero no unidos.* Tocarse los cuerpos, pero no las almas.* Hablar mucho, pero no comunicarse.
Los conflictos conyugales han existidos siempre, en estos tiempos se han incrementado considerablemente por las presiones sociales y económicas.Muchos problemas y conflictos degeneran en discusiones, peleas y riñas dando fin a la armonía conyugal.
El arte del diálogo es uno de los más rezagados en el mundo, pues para que exista el diálogo tienen que haber dos personas interesadas en escucharse y comprenderse mutuamente.
(Hay cónyuges que le prestan los oídos a su pareja, pero no el corazón).
Lo que es peor, yo te oigo, pero no me interesan tus razones.
¿Qué es el diálogo?
El verdadero diálogo es aquel en el cual ambas partes se escuchan y responden mutuamente interesadas en comprender y hacer feliz al otro.
Reglas para un buen diálogo:
1. Elija el momento, lugar y hora adecuados.Deben ambos tomarse tiempo para que todo quede aclarado, sin presiones, ni testigos de ningún tipo.
Proverbios 15:23 nos dice "El hombre se alegra con la respuesta de su boca; Y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!
2. Dialogue sobre los problemas a medida que vayan apareciendo.Nunca aplace ni deje pasar por alto la solución de un conflicto, es preferible tratar el asunto cuando haya dolor y tristeza que darle cabida a la indiferencia y al resentimiento.
Efesios 4: 26 declara "Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo".
3. Hable con claridad y comunique sus verdaderos sentimientos, eche a un lado el orgullo.(No tema desnudarse emocionalmente, ante su cónyuge).
Esté seguro (a) en lo que quiere y desea aclarar y solucionar, aunque este a punto de estallar, contrólese.
Proverbios 15:18 nos dice "El hombre iracundo promueve contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla".
Proverbios 15:1 dice "La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor."
Al hablar no levante la voz ni grite.
La autoridad no radica en hablar alto.
4. Preste atención y asegúrese de entender lo que la otra persona dice y por qué lo dice.
No de por terminado el diálogo cuando oiga frases como estas:"No me llores", "Contigo no se puede hablar", "Tu siempre estas inventado cosas", "Tu siempre estas buscando las quinta pata al gato", etc.
5. Trate de no ofender ni ridiculizar y mucho menos generalizar, (todos los hombres, todas las mujeres son iguales).
Evite ironías y palabras como: Siempre, nunca y jamás.6. Descubra la verdad y saque conclusiones positivas a través del diálogo.
Piense que el equivocado (a) puede ser usted.
(Descubrimos muchas cosas cuando oímos la opinión que tienen los demás de nosotros y sobre nuestras actitudes)
Erradique la predisposición y los prejuicios, estos destruyen toda comunicación.
7. No se de por vencido (a) cuando falle en su primer intento, Comunícate tú primero, así el cónyuge va aprendiendo y llegará el día cuando se sienta en confianza y cómodo para establecer el diálogo.
En el diálogo nadie gana ni pierde sino que es la relación la que sale ganando y es fortalecida.
Cuando en el matrimonio la pareja no dialoga, cuando no se establece una comunicación franca y sincera, se da paso a una guerra fría que se traduce en: Tirantez, indiferencia, venganza y manipulación.
La autora es pastora.
Vilma B. de Rojas
Fuente: La Información, Santiago, Rep. Dominicana
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