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Saturday, November 21, 2009

¡Absalón, hijo mío!

El príncipe judío Absalón, tercer hijo de David que vivió en el siglo X antes de Cristo, es conocido porque le declaró la guerra a su padre.

En II Samuel leemos que en todo Israel no había hombre tan hermoso y de tan gallarda presencia como él. Pero el orgullo no tardó en cegarlo. Con astucia, captó las simpatías del pueblo, asesinó a su hermano Amnón y se rebeló abiertamente contra el Rey.

Este se vio obligado a huir de Jerusalén.


Más tarde, ambos ejércitos, el del hijo y el del padre, mandado por Joab, se enfrentaron en el bosque de Efraín.

Los rebeldes fueron vencidos.

Veinte mil hombres de estos fueron pasados a cuchillos y quedaron sobre el campo de batalla.

Así derrotado, Absalón huyó en un mulo, buscan do su salvación en la fuga.

Pero al pasar por debajo de una gran encina, su cabellellera quedó enredada en las ramas del árbol, por lo que, al seguir el mulo adelante, se quedó colgado en el aire.

He aquí una lección para los jóvenes: miren a Absalón, colgando de un árbol, maldecido, abandonado por el cielo y la tierra; lean en esto cuánto aborrece el Señor la rebelión de los hijos contra los padres.

Llegó entonces Joab y, pese a la orden del Rey de respetar la vida del príncipe, le atravesó el corazón con tres dardos o rejones.

Para David el rey, la derrota del conspirador fue una gran victoria. Para David el padre, una tragedia horrible.

Cuando supo de la muerte de Absalón, se conmovió, y subiendo al cuarto que estaba encima de la puerta, se echó a llorar.

Y mientras caminaba, decía: “¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Ojalá yo hubiera muerto en tu lugar! ¡Hijo mío, Absalón, hijo mío!”.

En efecto, notamos en David una sombra del amor del Salvador que lloró, oró y hasta sufrió la muerte por la humanidad rebelde y enemiga.

Pablo Clase Hijo

Fuente: Listin

Tuesday, November 10, 2009

El gozo

No hay otra lengua como la hebrea que contenga tantos términos para "gozo y regocijo".

En el antiguo testamento se dan trece raíces hebreas donde podemos encontrar veintisiete diferentes palabras, que son usadas principalmente para expresar gozo o gozosa participación en la adoración religiosa.

El ritual hebreo muestra a Dios como la fuente de gozo, en contraste con los rituales de las religiones orientales.

El culto en Israel era esencialmente "una proclamación y celebración llena de gozo".

Un buen israelita consideraba la alabanza y la acción de gracias, como la máxima expresión de gozo.

"1era Samuel 18:6 Narra que cuando David derrotó al filisteo Goliat, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel, cantando y danzando con panderos cánticos de gozo y con instrumentos de música".

El paso del Mar Rojo fue celebrado de igual manera, María tomó el pandero y celebraron.

Cuando echaban los cimientos para la restauración del Templo, Esdras, narra que la algarabía, los gritos de júbilo y las alabanzas eran de tal magnitud que a dos kilómetros a la redonda se oía la gozosa fiesta de ellos.

Mateo 28:8 Cuando María Magdalena y la otra María llegaron al sepulcro y el Ángel le mostró la tumba vacía, dice que salieron del sepulcro con temor y gran gozo.

EL GOZO ES EL TEMA PRINCIPAL DEL NUEVO TESTAMENTO

La palabra GOZO aparece sesenta veces en el Nuevo Testamento y REGOCIJAOS Setenta y dos veces.

El Nuevo Testamento comienza con la aparición de ángeles anunciando buenas nuevas de gran gozo y el Apocalipsis concluye hablándonos del gozo que nos inundará en los cielos.

Jesucristo es nuestra fuente de gozo.

El le dijo a sus discípulos: Juan 16:24 "Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido".

El gozo florece en medio de la crisis.

Luego de una noche de tormenta, amanece el sol más claro, la temperatura es fresca y los pajaritos cantan.

En el idioma chino la palabra crisis tiene un doble sentido. Crisis = Adversidad con oportunidad.

Los métodos de Dios son incomprensibles para nosotros. Para producir gozo nos hace pasar por crisis y adversidades.

Con razón Pablo nos exhorta: Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo! Regocijaos!

Eso sí regocíjate en el Señor, no en la crisis ni en la adversidad; eso sería ser masoquista.

Me regocijo porque se que mi Señor tiene un propósito santo en esta crisis por la que estoy pasando y espero gozosa, porque se que su amor y cuidado esta obrando para producir algo bueno y superior en mí. Esto es tener fe y la fe no nos deja entristecer.

Deja de protestar y aprovecha las crisis y adversidades para levantarte en victoria.

La manifestación del poder de Dios promueve el gozo entre las personas.

Ejemplo Hechos 8:6-8 "Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; así que había gran gozo en aquella ciudad."

Hasta que no nos podamos regocijar en medio de la adversidad no podemos decir que hemos cultivado ese fruto del Espíritu.

Anécdota:

Un cristiano se acerca un día a su pastor y le dijo: "No se lo que anda mal en mi vida, porque aquel gozo que primeramente sentí al convertirme, ha desaparecido.

Llevo una vida moral, me congrego regularmente, pero nada me da resultado.

El pastor le recomendó: "Vaya al supermercado, haga una compra y llévesela a esta familia que vive en esta dirección. Converse con ellos y averigüe qué otra cosa necesitan y hágale saber que está interesado en ayudarles.

Ore con ellos y verá que el gozo será restaurado en su alma."

Moraleja:

El egoísmo impide que el gozo fluya.

La vida no es siempre gozosa, pero el cristianismo si debe serlo.

El creyente debe aprender y es nuestra tarea principal: El gozarnos "a pesar de" "en medio de todo."

congreg.cristi@codetel.net.do

La autora es pastora.

Vilma B. de Rojas

Thursday, November 5, 2009

Palabra de Dios

Deléitate asimismo en el Señor, y Él te concederá las peticiones de tu corazón’’. Sal. 37. 4.