25 anos de existencia. Con inmensa alegría y júbilo, celebramos hoy el
cumplimiento de 25 años de existencia, de Ministerios Elim en la bella República
Dominicana, luego de nuestra llegada el 15 de diciembre de 1987 desde la ciudad
de Guatemala.
Son tantas las manifestaciones del poder y el amor de Dios a lo largo de estos años, que el tiempo no nos alcanzaría para enumerarlas, sin embargo, queremos mencionar algunas de las razones más importantes por las cuales damos gracias en este día tan especial: .- A Dios Padre por habernos revelado a Su único Hijo Jesucristo y habernos escogido para Su servicio.
.- Al Espíritu Santo por haberse revelado como persona de la Trinidad y ser quien nos dirige en cada momento.
.- Por el voto de confi anza del ministerio que nos envió.
.- Por nuestras familias, por habernos entregado y no ser obstáculo para que el plan de Dios se cumpla en nuestras vidas.
.- Por nuestras hijas, quienes son parte importante de este equipo.
.- Por haber llegado a un país que tiene una promesa en su escudo.
.- Por el calor humano de los dominicanos y las dominicanas, quienes nos han abierto sus corazones, haciéndonos parte de sus familias, enseñándonos lo que es el amor y la verdadera unidad.
.- Por cada consiervo de Jesucristo, que nos ha amado y respetado, siendo solidarios con la obra que Dios nos ha llamado a hacer.
.- Por cada persona que ha entregado sus dones y talentos, para que el plan de Dios se desarrolle en este lugar.
.- Por el liderazgo fi el que Dios nos ha provisto.
.- Por los verdaderos hijos en la fe, porque han sido extensión de la visión de Dios para esta nación y el mundo entero.
.- Por cada proyecto inspirado por Dios, que hemos podido desarrollar marcando la vida de pequeños y grandes.
.- Por aquellos que nos han mostrado su amor, pasando por alto nuestras ofensas e imperfecciones.
.- Pero la razón más importante, la que le da un signifi cado especial a todo lo que hacemos... es la vida de cada uno de los que han creído en lo que Dios nos ha comunicado, haciéndonos evidente el poder del amor de nuestro Padre, a través de la obra de redención y transformación de Jesucristo en sus vidas.
Fernando y Walesca Ortiz
Son tantas las manifestaciones del poder y el amor de Dios a lo largo de estos años, que el tiempo no nos alcanzaría para enumerarlas, sin embargo, queremos mencionar algunas de las razones más importantes por las cuales damos gracias en este día tan especial: .- A Dios Padre por habernos revelado a Su único Hijo Jesucristo y habernos escogido para Su servicio.
.- Al Espíritu Santo por haberse revelado como persona de la Trinidad y ser quien nos dirige en cada momento.
.- Por el voto de confi anza del ministerio que nos envió.
.- Por nuestras familias, por habernos entregado y no ser obstáculo para que el plan de Dios se cumpla en nuestras vidas.
.- Por nuestras hijas, quienes son parte importante de este equipo.
.- Por haber llegado a un país que tiene una promesa en su escudo.
.- Por el calor humano de los dominicanos y las dominicanas, quienes nos han abierto sus corazones, haciéndonos parte de sus familias, enseñándonos lo que es el amor y la verdadera unidad.
.- Por cada consiervo de Jesucristo, que nos ha amado y respetado, siendo solidarios con la obra que Dios nos ha llamado a hacer.
.- Por cada persona que ha entregado sus dones y talentos, para que el plan de Dios se desarrolle en este lugar.
.- Por el liderazgo fi el que Dios nos ha provisto.
.- Por los verdaderos hijos en la fe, porque han sido extensión de la visión de Dios para esta nación y el mundo entero.
.- Por cada proyecto inspirado por Dios, que hemos podido desarrollar marcando la vida de pequeños y grandes.
.- Por aquellos que nos han mostrado su amor, pasando por alto nuestras ofensas e imperfecciones.
.- Pero la razón más importante, la que le da un signifi cado especial a todo lo que hacemos... es la vida de cada uno de los que han creído en lo que Dios nos ha comunicado, haciéndonos evidente el poder del amor de nuestro Padre, a través de la obra de redención y transformación de Jesucristo en sus vidas.
Fernando y Walesca Ortiz
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