Por su llaga fuimos nosotros curados

Un flagelo camina cuál gigante por el mundo dejando una secuela de dolor, luto, llanto, desesperación y muerte, tiene nombre: enfermedad.

No hay un día ausente de los estragos y devastación de este agente del mal, no existe lugar donde el instrumento del maligno no sea amenaza.

Sus tentativas no reconocen posición social ni raza, conozco de un amigo que fué a un chequeo rutinario, no porque sentía dolor, al terminar el médico le informó de un cáncer en la próstata, así trabaja este peligroso e indeseable adversario.

En el mundo hay cuarenta y dos millones de personas con VIH, el virus del sida,cuatrocientos millones con enfermedades mentales, en el año dos mil se reportaron cinco millones de personas que murieron por enfermedades relacionadas con el cigarrillo, la lista es larga a la que podemos añadir los millones de personas que mueren porque sus condiciones económicas no permite la adquisición de medicinas, es un panorama terrible, negligente y desolado.

El profeta Isaias nos dice lo que Dios indica acerca de esta calamidad:“Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él y por su llaga fuimos curados”. Isaías 53: 5.

Dios declara que Jesús nos ha curado, de manera que él ha roto el yugo de la enfermedad y nos ha libertado del azote viniendo a ser vida abundante y el emancipador del pecado y de la muerte.

A nosotros los creyentes nos ordenó: Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. marcos 16:18.

Declaremos en oración una completa sanidad por las vidas azotadas y afligidas, en el nombre de Jesús, él venció todo principado de enfermedad. Amén.

Shalom, Maranatha