La Palabra lo dice: En su presencia hay plenitud de gozo. Y es así. Nada hay más placentero para nuestra alma que gozarnos en la presencia de nuestro Dios.
Pensemos en una persona, la que más amamos o la que más admiramos, y cómo nos sentimos a su lado; esa sensación de paz, de armonía, de felicidad, de dicha, de plenitud.
Todo esto podemos sentir cuando compartimos a solas con nuestro Señor, sólo que tenemos un adicional: Él también nos ama, nos acoge, nos valora, hace fiesta cuando acudimos a su presencia.
Definitivamente, es una relación única a la que debemos abonar con amor y fidelidad, con un corazón humilde, sabiendo que nuestro Padre Dios siempre nos espera con los brazos abiertos.
Fuente: elcaribe.com.do
Por Josefina Navarro
No comments:
Post a Comment