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Saturday, May 7, 2011

“Tu vara y tu cayado me infunden aliento.” Salmo 23:4.

Ese día me levanté con el pie izquierdo. Así se dice en mi pueblo para expresar que el desanimo tocó mi vida desde el amanecer y eso me abrió un camino de desventuras y desaciertos. Nada podía levantar las murallas despedazadas de mi ánimo y aliento. Sentía que todo en mi drenaba sin parar.

Con desgano tomé la Biblia y justo el Salmo 23 me confrontó la vista y alma. Y allí, recatado, tímido y humilde estaba el verso 4 y sobretodo la última línea que parecía susurrarme con confianza. “Tú Vara y tu callado me infundieran aliento”. Y fue suficiente.

Solo meditar en este verso me llevó a experimentar energía espiritual como si hubiese sido inyectado por un médico de gran experiencia.

Uno de los enemigos más fuertes del ser humano es el desaliento. Hombres y mujeres de la Biblia como Jonás. Elías o Moisés vivieron lo que es el desaliento.

Por esa razón, Dios sabiendo nuestra debilidad viene como Padre a traernos aliento.

Regularmente el desaliento viene en el momento en que pasamos por sombra de muerte.
”tu vara y tu cayado me infunden aliento”.

¿A través de que medios Dios nos da aliento? A través de muchos medios, pero acá el salmista menciona dos que son poderosos.

Vara: La Palabra hebrea Shebet: Que es Vara de autoridad.

Cuando acepto su autoridad en mi, Él me da aliento. Era la vara que usaba el pastor de ovejas para lanzarla contra los osos, leones o lobos que querían atrapar una oveja. Cuando el pastor enviaba esa vara, el silbido en el aire por encima de las ovejas les daba aliento a ellas sabiendo que su pastor la defendía.

Y Cayado: de la Palabra hebrea Mishenah. Que implica Apoyo.

El Cayado tenía una curva en uno de los extremos y la usaba el pastor para enganchar la oveja cuando esta quería extraviarse. Eso es apoyo.

A veces en mi rebeldía me quiero extraviar tomando mi propio camino y Dios tiernamente me engancha con su cayado.

Aliento: es Consolar, Compasión, Cambiar mente, Pensar mejor, Dar descanso.

Aliento es una de las hermosas herramientas de la paternidad divina usando la vara y el cayado.
Señor, Gracias por ser mi autoridad y mi apoyo. Eso me infunde mucho aliento al saber que cerca de mi estas para protegerme con tu autoridad y atraerme con tu cayado. Hoy tú me infundirás aliento. Amén.

Ese día me levanté con el pie izquierdo. Así se dice en mi pueblo para expresar que el desanimo tocó mi vida desde el amanecer y eso me abrió un camino de desventuras y desaciertos. Nada podía levantar las murallas despedazadas de mi ánimo y aliento. Sentía que todo en mi drenaba sin parar.

Con desgano tomé la Biblia y justo el Salmo 23 me confrontó la vista y alma. Y allí, recatado, tímido y humilde estaba el verso 4 y sobretodo la última línea que parecía susurrarme con confianza. “Tú Vara y tu callado me infundieran aliento”. Y fue suficiente.

Solo meditar en este verso me llevó a experimentar energía espiritual como si hubiese sido inyectado por un médico de gran experiencia.

Uno de los enemigos más fuertes del ser humano es el desaliento. Hombres y mujeres de la Biblia como Jonás. Elías o Moisés vivieron lo que es el desaliento.

Por esa razón, Dios sabiendo nuestra debilidad viene como Padre a traernos aliento.

Regularmente el desaliento viene en el momento en que pasamos por sombra de muerte.
”tu vara y tu cayado me infunden aliento”.

¿A través de que medios Dios nos da aliento? A través de muchos medios, pero acá el salmista menciona dos que son poderosos.

Vara: La Palabra hebrea Shebet: Que es Vara de autoridad.

Cuando acepto su autoridad en mi, Él me da aliento. Era la vara que usaba el pastor de ovejas para lanzarla contra los osos, leones o lobos que querían atrapar una oveja. Cuando el pastor enviaba esa vara, el silbido en el aire por encima de las ovejas les daba aliento a ellas sabiendo que su pastor la defendía.

Y Cayado: de la Palabra hebrea Mishenah. Que implica Apoyo.

El Cayado tenía una curva en uno de los extremos y la usaba el pastor para enganchar la oveja cuando esta quería extraviarse. Eso es apoyo. A veces en mi rebeldía me quiero extraviar tomando mi propio camino y Dios tiernamente me engancha con su cayado.

Aliento: es Consolar, Compasión, Cambiar mente, Pensar mejor, Dar descanso.

Aliento es una de las hermosas herramientas de la paternidad divina usando la vara y el cayado.
Señor, Gracias por ser mi autoridad y mi apoyo.

Eso me infunde mucho aliento al saber que cerca de mi estas para protegerme con tu autoridad y atraerme con tu cayado. Hoy tú me infundirás aliento. Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.
www.serafincontreras.com

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