Hoy, es uno de los días donde la religión
tradicional y aun la evangélica, lo ha elevado más que los demás días, le llaman
viernes santo porque según ellos fue un viernes el día que murió Jesús en la
cruz del calvario para resucitar el domingo, pero según lo deja ver la Biblia,
no es así; ellos tuvieron que haber obtenido parte de esa idea porque la misma
Biblia dice que a la víspera del sábado murió Jesús, pero esa víspera del
sábado, no es el sábado que nosotros conocemos como tal, porque el orden de los
días de la semana que nosotros conocemos, es un asunto comercial e idolátrico
como parte de la idolatría del mundo. En aquel entonces los judíos nombraban los
días de la siguiente forma: día 1, día 2, día 3, día 4, día 5, día 6, día sabat,
aunque también debemos saber que los judíos llamaban sabat a los días de
asueto.
Lo que sucedió en aquel entonces es que existe un
día que los judíos llaman sabat, pero no lo celebran en el mismo día que los
otros; sino que fue en un día que hoy nosotros conocemos como miércoles y la
hora en la que murió nuestro Señor fue a las 3:00 pm para que entonces
resucitara en un día que hoy nosotros conocemos como sábado, a las 3:00 pm con
lo cual se cumple el hecho que estuviera en la tumba 3 días con sus noches
(Mateo 12:40 LBLA).
Todo esto es parte del engaño que el diablo ha
estado lanzando en contra del pueblo de Dios para confundir lo que Dios desea
que hagamos y confundir la forma de cómo celebrarle fiesta a nuestro Señor. Sin
embargo, debido a que muchos le hacen un día a la muerte, es necesario que hoy
hablemos de la tumba de la muerte porque a todo esto, debemos saber que aunque
el personaje llamado muerte, podría estar intimidando al pueblo de Dios; la
muerte ya está derrotada, por consiguiente nosotros no podemos morir si hemos
aceptado a Jesús como nuestro Señor y Salvador, a lo más que podemos llegar en
un cambio de dimensión, es a que durmamos y que cuando sea el momento del
arrebatamiento, seamos despertados y participar juntamente con los vivientes.
Por eso es que en el tiempo en que estuvo Jesús en la tierra en calidad de
cordero de Dios; El no resucitó gente sino que la despertó. El día en que
nuestro Señor Jesucristo resucite gente será después de la gran tribulación,
cuando todos tengan que resucitar para ser juzgados.
Isaías 25:7-8 LBLA Y destruirá en este
monte la cobertura que cubre todos los pueblos, el velo que está extendido sobre
todas las naciones. El destruirá la muerte para siempre; el Señor DIOS enjugará
las lágrimas de todos los rostros, y quitará el oprobio de su pueblo de sobre
toda la tierra, porque el SEÑOR ha hablado.
¿Cuál es el velo que cubre a todas las
naciones?
En la Biblia aparece 25 veces la palabra velo
refiriéndose a la idolatría; esto significa que el mundo está cubierto bajo un
velo o una cobertura de idolatría; esa es la cobertura que Dios viene a
destruir. El problema es que las coberturas de idolatría son muy fáciles que nos
puedan alcanzar porque si no idolatramos un bulto, podemos idolatrar una nación,
un personaje, un deporte, etc., lo cual es fomentado por los medios masivos de
comunicación, al grado que hasta programas directos de idolatría han organizado
para que a través de personajes que llegan a competir, sea fomentado
económicamente hablando. Es muy lamentablemente que seamos tan vulnerables ante
la idolatría, que incluso podemos estar idolatrando nuestro propio vehículo. Es
por eso que hoy debemos estar delante de Dios para pedirle en el nombre de Jesús
que sea destruida de nuestra vida, toda idolatría para que todo nuestro amor y
atención sea para El.
Podemos tener amor por nuestro cónyuge, por
nuestros hijos, etc., pero no debemos dar nuestra vida a nadie más que a Dios,
porque El es quien dio Su vida por nuestra salvación y es el único que siendo
Santo, pudo derramar Su sangre bendita en la cruz del calvario y hoy a través de
esa sangre que aún permanece fresca en la jofaina, en el Lugar Santísimo, para
que sea rociada sobre nuestra vida constantemente y que también sea aprovechada
por todo aquel que acepte a nuestro Señor Jesucristo como su Señor y Salvador,
de esa forma la muerte no tendrá nada que hacer en contra nuestra y si acaso
podamos ser alcanzados por alguna situación en la que tengamos que dormir por un
tiempo; en el momento del arrebatamiento El nos despertará.