La rutina es definida como "una costumbre o hábito que se adquiere al repetir una misma tarea o actividad muchas veces", según el portal Definición.de.
Esta parece estar imponiendo sus reglas de juego en casi toda la actividad social que desarrolla la gente, dejando muy poca imaginación y espacio para la creatividad.
Hay una gran tendencia a la imitación, al robo del esfuerzo creativo, y eso ha ido vulnerando la calidad de la competitividad; la que se desvanece en la medida de la utilización de los instrumentos de la rutina {indisponibilidad de creer en uno mismo para salir adelante, cansancio, y la agenda conocida como "disminución de la fuerza física o mental de lo que hacemos".
Acostumbrarnos a la rutina de más de lo mismo dentro de la producción a la que con esmero y disciplina dedicamos nuestras vidas; es un abatimiento de estos tiempos de globalización, y Dios nos ha dotado de capacidades especiales para hacer mejor lo que hasta ahora hemos venido haciendo bien.
Dice Su Palabra que ÉL es Dios de cosas nuevas: "Si alguien está unido a Cristo, hay una nueva creación. Lo viejo ha desaparecido y todo queda renovado". 2 Corintios 5:17 Palabra de Dios para Todos (PDT). "Yo anuncio cosas nuevas". Isaías 42:9{parte b}. "He aquí que yo hago cosa nueva". Isaías 43:19{parte a}. "Te he hecho oír cosas nuevas y ocultas que tú no sabías". Isaías 48:6{parte c}.
El hábito estanca, es un agente que nos va acomodando hasta que se va perdiendo el interés en el público de interesarse por el resultado de nuestros talentos, y debemos estar apercibidos acerca de esto, porque al final del día, es a la gente donde van dirigidas nuestras propuestas; y el deterioro de las mismas, debido a la rutina, estorba el paso para que no lleguemos a ser una marca de buenas nuevas, y una proposición novedosa y singular del oficio o profesión.
Maranatha
Pastor
Antonio Regalado
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