Las propiedades del periodista Guillermo Gómez, incluyendo el periódico EL SIGLO 21 , fueron allanadas por un contingente especial de la policía nacional. El destacado empresario y productor del programa Aeromundo ha calificado el acto como "brutal atentado que busca silenciar el diario, una agresión y atropello grosero contra la libertad de expresión."
Ahora EL SIGLO21 está en silencio, la fuerza lo hizo callar.
Desde esta reflexión hacemos un llamado para que prime la sensatez, y que el gobierno dominicano y el comunicador Guillermo Gómez se puedan entender, en el nombre de Jesús. ÉL estuvo entre nosotros y nos reconcilió con Dios no tomando en cuenta nuestros pecados.
La acción del gobierno, que ha sido considerada por un amplio sector de la población como un exceso, entorpece en cierta manera el clima electoral, y es un ingrediente de muy mal gusto que recuerda un pasado desacertado el cual creíamos haber superado.
Algo que mueve a sospecha es que aún hay medios que ni siquiera han reseñado el caso ignominioso en sus páginas.
Las autoridades correspondientes están en la obligación de dar una explicación al pueblo dominicano sobre los acontecimientos ocurridos, los cuales están dando mucho de que hablar no solamente en el ámbito local, sino también en el internacional.
Se tiene entendido que hay personas profesionales y especializadas en la materia conformando un plan estratégico con la finalidad de interponer recursos jurídicos ante organismos internacionales para denunciar la magnitud de la conjura.
De fuentes confiables se ha sabido que hay mucha preocupación en el gobierno y el partido que lo llevó al poder por la gravedad que acarrean los hechos ocurridos debido a la delicada situación política en que se encuentra el país, y la polarización electoral.
Otra cosa, corre como pólvora la versión de que ingentes esfuerzos se llevan a cabo para sacar el tema y sus ruidos de los medios de comunicación. El desarrollo de los acontecimientos en torno a este caso, parece que no será fácil.
Que la verdad salga a la superficie, y la justicia esclaresca el panorama.
Que así sea, primero Dios.
Pastor Antonio Regalado
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