Cuando nos reunimos para alabar a Dios; llega un momento en el que desciende Su trono en medio de la alabanza de Su pueblo; es un momento en el cual podemos acercarnos a Dios con humildad para ofrecerle nuestro canto y aunque la humanidad a la cual nosotros pertenecemos, lo ha ofendido y rechazado muchas veces; podemos tocar Su corazón para que aun en medio de cualquier situación nos pueda bendecir como producto de haber agradado Su corazón.
Por eso es muy importante que estemos en el lugar y en el momento que Dios desea que estemos y que entonces desde ese lugar lo adoremos, porque de alguna forma podemos decir que si el mundo atrae el trono de Satanás con todo lo que hacen, ofreciendo sus vidas a las tinieblas, aun con los cantos que ellos entonan en una especie de celebración al pecado; nosotros podemos hacer batalla espiritual cuando atraemos el trono de nuestro Señor Jesucristo. No se trata de estar ofendiendo a ninguno pero tampoco podemos callar para que el engaño siga avanzando en medio de las tinieblas que han logrado caminar en el mundo; necesitamos hablar con verdad, necesitamos ser veraces porque de otra forma estaremos dándole lugar a la duda y con la duda viene el engaño. Debemos ser cristocentricos toda nuestra vida y vivir para El y por El, que de lo más profundo de nuestro corazón le cantemos, que nos atraiga y que juntos caminemos al dulce hogar el cual nuestro Señor Jesucristo fue a preparar después de haber muerto y resucitado.
Juan 14:2 LBLA En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros.
Importantemente vemos que para poder preparar un lugar para nosotros, tuvo que haber muerto; esto lo que nos enseña es que para poder atraer Su presencia, necesitamos morir a nosotros y resucitar en El para que donde nosotros estemos lo podamos atraer por el olor fragante que pueda llegar hasta Su nariz y entonces haya una sincronización del sentir del corazón de Dios con el nuestro y es entonces cuando podríamos ver el cumplimiento de una promesa que nosotros tenemos y que tanto anhelamos: el arrebatamiento de la Iglesia de Cristo.
Hoy podemos acercarnos a la mesa del Señor Jesucristo para participar del banquete sagrado, donde podemos participar del pan que tipifica el cuerpo de Cristo, y del vino que tipifica la sangre de nuestro Señor, en el cual también podemos ver una simbología en el bautismo, donde nuestra alma muere cuando somos sumergidos en las aguas, pero nacemos a novedad de vida cuando salimos de las aguas; es lo mismo que sucede cuando participamos de la Cena del Señor Jesucristo; el pan está tipificando la muerte de nuestro Señor en la cual también nos hacemos uno con El, pero con el vino estamos teniendo la oportunidad de nacer de nuevo, es la oportunidad en la que Dios nos presenta el inicio de un Nuevo Pacto donde las cosas viejas han quedado atrás y podemos tener un reinicio en nuestra vida para que la podamos consagrar a Dios.
Hoy estamos a la mesa del Señor Jesucristo donde el ha preparado un banquete; sin embargo también tiene enemigos a su alrededor; enemigos que Dios no quita y es por eso que debemos tener cuidado:
Salmos 23:5 LBLA Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Esos enemigos tiene una función; son testigos de lo que Dios puede hacer con nuestra vida aun estando ellos queriendo amedrentarnos, aun estando ellos queriéndonos intimidad, más aun, queriendo matarnos.
2 Samuel 13:28 LBLA Absalón ordenó a sus siervos, diciendo: Mirad, cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino, y cuando yo os diga: "Herid a Amnón", entonces matadle. No temáis; ¿no os lo he mandado yo? Tened ánimo y sed valientes.
Dios prepara mesa aun con nuestros enemigos enfrente; pero es necesario que analicemos si tenemos pecado oculto; quizá odio, rencor, deseos de venganza, etc., porque de ser así, estamos arriesgando nuestra vida y en lugar de recibir una bendición, podemos estarnos juzgando nosotros mismos; pero si somos humildes, podemos alcanzar misericordia; pero para eso, significa que necesitamos buscar alguien con quien podamos ministrar nuestra alma y que todo aquello que nos está estorbando, sea desarraigado de nuestra vida.
Marcos 6:21 LBLA Pero llegó un día oportuno, cuando Herodes, siendo su cumpleaños, ofreció un banquete a sus nobles y comandantes y a los principales de Galilea...
Esta mesa estaba llena de adulterio; Herodes estaba con la mujer de su hermano. Este es otro pecado que podría estar oculto en nuestra vida y quizá por mucha vergüenza de lo que otros puedan decir de nosotros; no buscamos ayuda y preferimos seguir hundidos en el pecado. Debemos aprovechar la oportunidad que Dios nos brinda de ser libres de las ataduras que las tinieblas han puesto en nuestra vida, solamente debemos cumplir con un requisito. Reconocer nuestra condición pecaminosa, apartarnos y confesarlo, entonces seremos verdaderamente libres.
Génesis 21:8-9 LBLA Y el niño creció y fue destetado, y Abraham hizo un gran banquete el día que Isaac fue destetado. Y Sara vio al hijo que Agar la egipcia le había dado a luz a Abraham burlándose de su hijo Isaac...
Este era un gran banquete, pero había burla, había incesto. Esto nos enseña que podríamos tener cualquier situación en nuestro corazón y estar oculta a nuestros ojos, a nuestro sentir y estarnos bloqueando la bendición de Dios. La palabra: burla, vista en la cita anterior, se puede comprender en el idioma hebreo como una burla de tipo sexual, eso significa que podría haber pecado sexual que nos esté estorbando; por eso necesitamos la ministración de nuestra alma.
Génesis 29:22-23 LBLA Y Labán reunió a todos los hombres del lugar, e hizo un banquete. Y sucedió que al anochecer tomó a su hija Lea y se la trajo, y Jacob se llegó a ella.
No podemos acercarnos a la mesa del banquete con engaño; debemos ser transparentes en todo tiempo.
Jueces 14:17 LBLA Mas ella lloró delante de él los siete días que duró su banquete. Y sucedió el séptimo día que él se lo declaró porque ella le presionaba mucho. Entonces ella declaró el enigma a los hijos de su pueblo.
No podemos acercarnos al trono de la gracia con desconfianza, con traición; suficiente traición fue la que padeció nuestro Señor Jesucristo en la mesa que participó con Sus discípulos. Necesitamos ser libres completamente; por eso debemos despojarnos del peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve.
Los versículos vimos en esta oportunidad, nos pueden servir para ver si en nuestra vida existe algún rescoldo de pecado oculto, el cual nos puede llevar a perder la bendición de participar del banquete divino en el cual; si estamos a cuentas con Dios, podemos ser trasladados a una nueva dimensión espiritual y encontrarnos con nuestro Señor Jesucristo cara a cara, por la genética divida que empezará a correr por nuestras venas la cual anulará la genética de nuestros padres biológicos; pero debemos someternos al proceso del cambio que tanto necesitamos y entonces viviremos de la siguiente forma:
Salmos 23:6 LBLA Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del SEÑOR moraré por largos días.
Apóstol Sergio G. Enríquez O.
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